CUANDO DE CONTAR SE TRATA: PUNTOS DE VISTA (LA SEGUNDA PERSONA Y CONCLUSIONES)

La temida segunda persona

Tú, sí, tú. Todo este tiempo he estado usando la segunda persona para explicarte, quizás parezca sencillo, pero la verdad es que mis explicaciones distan mucho de ser una novela, entonces... ¿se puede escribir un libro hablando de tú a tú? La respuesta es sí, pero es tan peligroso como caminar en una cuerda floja untada con mantequilla.

Pros principales: la segunda persona crea un efecto casi surrealista, leer las vivencias de una persona está bien, pero leer nuestras propias vivencias, sin que estas hayan sucedido, eso es increíble a la par que desconcertante. Algunos novelistas serios han tenido real éxito con historias contadas por completo en la segunda persona. ¿Libros de autoayuda?, claro que sí, no sería lo mismo si no los dirigieran hacia nosotros. ¿Manuales sobre cómo escribir? Pues ya me dirás tú si hubieras preferido que te hablara de otra manera.

Contras principales: quizás no todos tus lectores sean unos aventureros listos para recibir nuevas experiencias y estén más bien aferrados a los clásicos, en ese caso más te vale tener un buen motivo para hablarles de tú, cuidado, no vaya a ser que se ofendan.

¿Juras serle fiel hasta que el final os separe?

Un autor literalmente se casa con su PDV, debe amarlo, respetarlo y serle fiel hasta el final. Nunca debes engañar a tu PDV en tercera persona con uno en primera, es la regla, pero incluso los grandes cometen errores. Cuando tu historia termine debes revisar frase por frase hasta estar seguro que en ningún momento el yo se convirtió en él, o si no, podría terminar muy mal. No hay nada como un PDV traicionado para lograr que las 500 páginas que compartían juntos no valgan nada.

Pero, porque siempre hay peros, para qué están las reglas, sino para incumplirlas, y a veces la tentación es tanta que caemos en el engaño. Procura ser consciente de lo que haces, hay autores que han logrado cambiar de PDV a lo largo de una novela, y aun así han triunfado, pero sé cuidadoso, no lo tomes a la ligera, si quieres dar una imagen distinta de cada personaje, o narrar la historia siguiendo tus propias reglas, al menos no lo hagas por descuido, ten un plan organizado y premedita tus acciones.

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