El bloqueo de escritor

Puede ser que te encuentres en el conflicto de una novela o a la mitad de un cuento, el bloqueo literario puede aparecer en cualquier circunstancia. Quizás te sientas sin ánimos, te pese escribir y no logres sacar más de una oración, bloquearse es un hecho que nos afecta a todos, nos impide avanzar, posponemos trabajos una y otra vez hasta que terminamos por olvidarlos. ¿Cuántas veces no hemos iniciado una nueva historia y esta se ha ido en picado a las pocas semanas? Pero si bien el bloqueo de escritor es un problema, no es problema del que no podamos salir. No hay un método exacto ni una serie de pasos que aseguren que tus historias fluirán por el papel sin dificultades, pero existen consejos, tips y experiencias exitosas. Podemos inundarnos con posibles soluciones y así, quizás, encontremos una que funcione en nosotros.

Como no hay orden de eficacia, no organizaremos la lista, pero intentaremos llevar de la manos las causas con las soluciones.

Exceso de trabajo/cansancio/estrés

Para algunos escribir es su único trabajo, pero para la mayoría de autores, escribir significa una labor secundaria. Por eso en ciertos casos el estrés laboral que algunas personas acarrean durante el día les puede impedir concentrarse en su escritura. Sí te encuentras cargando con grandes cantidades de trabajo, quizás sea mejor que te tomes un receso de la escritura programada, no fuerces a tu organismo a hacer algo que no quiere, en especial si este algo no es una necesidad urgente o una obligación. Aplicando este método quizás te encuentres con que eres capaz de sacar algunos trabajos menores, pueden ser cuentos, ensayos, poesías, si la escritura es tu pasión y si en especial llevas suficiente tiempo escribiendo, verás como de un momento a otro, cuando tu organismo y tus condiciones lo permitan, recuperarás tu ciclo regular de escritura. Solo no lo fuerces. En cambio si eres un escritor a tiempo completo, bien sabrás que tomarte un receso a largo plazo no es una opción, por eso en estos casos se suelen recomendar unas vacaciones cortas, quizás una semana o un poco más, pon a un lado el papel y disfruta de alguna aventura, aprende algo nuevo, conoce a otras personas o solo descansa. Tras un pequeño receso tus energías estarán al máximo otra vez y serás capaz de regresar a tu rutina de siempre. Recuerden que esto solo vale si nuestra situación no decrece en un cuadro clínico, si estás pasando por condiciones peores, lo recomendable es solucionar dichos problemas con un experto antes de recuperar tus hábitos al 100%.

Falta de creatividad

Algunas profesiones requieren esfuerzo físico, tienen un plan concreto y una línea de trabajo, pero afortunada o desafortunadamente escribir no es una de ellas. No podemos forzar las ideas, estas llegan en los momentos más extraños, lo que sí podemos hacer es darles un incentivo. Si sientes que la falta de creatividad es tu problema, aquí tienes algunas ideas para despertar tus neuronas:

Lee: leer el trabajo de otras personas puede ser un buen método para ampliar nuestros horizontes y descubrir nuevas ideas, el plagio está estrictamente prohibido, pero auqnue parezca extraño, es un hecho que aquella historia de robots asesinos nos puede encender el foco para un cuento sobre un futuro post apocalíptico.

Observa: sal, diviértete, busca amigos, despeja la mente, mantén siempre en tu cabeza tu propósito, la meta es encontrar una idea, pero disfrutar de tu entorno puede ser un medio para lograrla.

Libérate: escribir palabras sin sentido, navegar sin rumbo por la red; solo mira a tu alrededor, atrapa lo primero que encuentres y transfórmalo en una historia. A veces no se trata de seguir el plan, a veces se trata de destruirlo.

Malas condiciones de trabajo

Llevas varias horas estudiando, estás en tu salón, en una silla incómoda, con algo de dolor de cabeza y recuerdas que debes escribir. Enciendes tu portátil y por algún motivo te das cuenta de que no eres capaz de producir una sola palabra. Ciertamente el cansancio pone su grano de arena en provocar esto, pero las malas condiciones de trabajo terminan por destruirte. No solo no debes escribir si te encuentras física o mentalmente cansado, también debes de cuidar tu entorno. Busca un sitio en el que te sientas cómodo, quizás en tu cama, en tu escritorio, quizás debas salir a un parque o a la azotea de tu edificio, siéntete cómodo en un lugar tranquilo, sin interrupciones poco agradables. Rodéate de cosas que te gusten y date algunos gustos. Puedes hacer panecillos y un jugo de naranja, puedes poner algo de música suave, puedes envolverte en una manta, buscar la compañía de una mascota. Convierte el momento de escribir en algo especial, logra que tu cerebro relacione la hora de redactar con un momento de tranquilidad, gusto y paz.

Perfeccionismo

Comienzas a escribir, te encuentras animado, pero por algún motivo terminas treinta minutos observando una oración. ¿Acaso suena bien lo que he escrito? Pues la respuesta es simple: no tiene que sonar bien, al menos no al instante. Los borradores, tan marginados por todos, tienen sus motivos para existir. No podemos cortar el camino de una idea porque estamos muy concentrados en ser perfectos. Ignora todas las reglas de la gramática, la ortografía y la narración, y deja que las ideas fluyan sin control. Existe una técnica conocida por varios nombres (escritura automática, escritura libre, escritura rápida) que consiste en soltar tus pensamientos y escribir sin seguir un tema o regla en específico. Solo plasma el primer pensamiento que tengas y continúa así, cuando termines lo más probable es que no hayas sacado nada importante, aunque hoy en día hay muchos ejemplos de autores que aplican la escritura automática con éxito, en realidad, el verdadero objetivo de esta técnica es lograr que abras tu mente, cuando dejas que un torrente de pensamientos sean libres, no solo logras sentirte bien, sino que eres más capaz de encontrar una idea fáctible y crear algo verdaderamente bueno.

Falta de seguridad

¿Cuántas veces no te has cansado de repetirte que no eres un escritor? Es solo un hobby, en realidad no eres bueno. Pues te debo contar un secreto, escribir no es tan complicado, si tienes buenas ideas y pones el esfuerzo suficiente, puedes llegar a ser tan buen escritor como tus autores favoritos. No es necesario graduarse de un curso de escritura creativa, infórmate, estudia, mejora, aprende, evoluciona y nunca, nunca, te infravalores. Eres tan bueno como cualquiera, ve a tu ritmo, si esta es tu pasión no dejes que los pensamientos negativos te la arrebaten, no es psicología barata, es un hecho.

No hay orden

La utopía del escritor es iniciar un proyecto y terminarlo en orden, luego iniciar otro y otro y seguir el mismo método, pero la verdad es otra. En realidad no es necesario que lleves un solo proyecto, puedes cargar con varias ideas si te sientes capaz, quizás te encuentres trabajando en una novela que te llevará meses, pues no te cierres solo a eso, si eres capaz de crear otro tipo de contenido: historias cortas, poesía, ensayos, etc. Hazlo. No te quedes solo con eso. Otra idea incorrecta es creer que debes seguir un orden estricto, comenzar por el inicio, pasar al nudo y llegar al desenlace. Pues no, los comienzos pueden resultar difíciles para algunas personas, si no te sientes cómodo, comienza por donde te apetezca, desde la última oración hasta un párrafo intermedio. Si en cambio te encuentras con un diálogo complejo, como un muro inquebrantable, solo omítelo y sigue adelante, ya regresarás luego. No importa.

Demasiado para recordar

Pensemos que estamos escribiendo una novela de misterio, tenemos una decena de sospechosos, una veintena de pistas, explicaciones, entrevistas, ideas. Tanta información es imposible de recordar sin ayuda, y solo provoca que perdamos el hilo de la historia en algún punto. Por eso, la solución es crear un esquema, un plan o un mapa. Organiza tus ideas, toma muchas notas y hazte un mapa mental de tu historia. No tiene que incluir todos los detalles, solo lo más importante, lo fundamental para que no te pierdas.

Sé estricto si es necesario

Tienes todas las comodidades creadas, varias ideas, suficiente preparación, pero eres poco estricto contigo mismo. La solución de este problema es la más sencilla de todas, ponte horarios, fechas y metas. Sé fuerte y oblígate a escribir, quizás puedas usar la ayuda de tu familia y amigos, como si de una tarea del colegio se tratara, pero mucho más entretenido, claro está. Y si nada de esto te es suficiente, prueba trabajar en equipo, no solo te puede resultar motivador, también te ayudará a seguir un tiempo.

Si bien el bloqueo de escritor es un mal recurrente en la vida de los autores, con un poco de ganas y algo paciencia, todos somos capaces de sobreponernos. No dejes que una mala racha te haga dejar a un lado tu pasión; el lápiz y el papel no se irán a ninguna parte, date tiempo, pero no huyas del club de los crea mundos. ¿Con que valor leerás otro libro si lo haces?

Comentarios